El FLOW, conocido en español como “la zona” o “el fluir”, es un término acuñado por el reconocido psicólogo Mihály Csíkszentmihályi quien ha estudiado las causas de la felicidad y de los factores que ocasionan emociones positivas. Escribió el libro «Flow: La psicología de la felicidad» .

Su principal planteamiento establece que la felicidad no es un estado fijo, sino que puede desarrollarse generando mayores experiencias de FLOW en nuestras vidas y en el trabajo, en donde encontramos un equilibrio entre el nivel de habilidad y el desafío (la actividad no es ni demasiado fácil ni demasiado complicada) y la actividad ejecutada es intrínsecamente gratificante, no notándose el esfuerzo cuando se ejecuta. Se vuelve un fin en sí misma.

Las personas encuentran una genuina satisfacción en el estado de consciencia FLOW, lo que implica orientar la energía y sentirse completamente involucrado o inmerso en una actividad, solo por el placer de ejecutarla, especialmente cuando se incorporan habilidades de creatividad. ¡Imagina cómo sería nuestro trabajo, bienestar y compromiso si aumentáranos el FLOW para nosotros(as) mismos(as) y nuestros equipos!

Csíkszentmihályi también aborda las implicaciones más amplias del flujo en la sociedad. Sugiere que si más personas pudieran experimentar el FLOW de manera regular, se podría mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar general.

Si quieres inspirarte y encontrar oportunidades para alvancar mayores niveles de bienestar y motivación en el trabajo, te invitamos a ver la charla TED de Mihaly Csikszentmihalyi quien se hace la pregunta: «¿Qué hace que una vida valga la pena?» Observando que el dinero no hace a la felicidad, mira a aquellos que encuentran placer y satisfacción duradera en las actividades que dan lugar a un estado de «flujo».

¿CÓMO FAVORECER EL FLOW O ESTADO DE FLUIDEZ EN TI Y EN TU EQUIPO?

• Profundiza en tu autoconocimiento. Observa qué emociones, gratificaciones y/o resistencias generan en ti determinadas actividades en el trabajo. Explora qué tienen en común para que puedas hacer intencionales aquellas que te desafían y que enriquecen tus competencias. Invita a tu equipo a realizar este mismo ejercicio preguntandoles ¿cuáles actividades son las que más difrutas en el trabajo? ¿qué talentos aparecen en ti cuando realizas esas actividades? ¿cómo podrías compartir eso más con los demás?
• Encuentra el equilibrio desafío-habilidad: Busca actividades que se encuentren en el punto justo de desafío, donde las habilidades de las personas coincidan con los retos presentes. Esto permitirá el involucramiento y evitar la sensación de aburrimiento o frustración . Mapea las capacidades tuyas y las de tus colaboradores para que puedas asignar desafíos acorde a las mismas.
• Cultivar el disfrute intrínseco: Asegúrate de elegir actividades que te resulten interesantes y satisfactorias por sí mismas, en lugar de hacerlo por recompensas externas. El disfrute intrínseco de la actividad es un factor clave para alcanzar el flujo.
• Establece metas claras y alcanzables: Tener objetivos específicos y desafiantes ayuda a enfocar la atención y a mantener la motivación. Haz que estas requieran un esfuerzo y el uso de capacidades de las personas de una manera diferente a como trabajan regularmente.
• Genera espacios de planificación creativa: gráficos, herramientas de visualización, lápices de colores, y permite que tus colaboradores puedan generar inmersión en alguna actividad.
• Valora las diferencias entre las personas, y percíbelas como una oportunidad y no como un obstáculo. Invita a tu equipo a apreciar qué aportan los demás a su trabajo, a explorar sus intereses y a descubrir en qué áreas pueden alcanzar el estado de flujo más fácilmente.

Alejandra Wright

Directora Ejecutiva

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